Esta aprobación inicial ha contado con el voto favorable del Gobierno local del PP y la abstención del resto de la oposición de PSOE, IU y MIA. Según el Ayuntamiento de Pinto la nueva ordenanza reguladora “trata de alcanzar una convivencia pacífica entre animales y personas” sin olvidar “aspectos de salud pública y posibles molestias”.
Recoge aspectos como la prohibición de la presencia continuada de animales en los balcones o durante la noche, y multas de hasta 750 euros por infracciones leves como no recoger las deposiciones o molestar a los vecinos con ladridos o maullidos de forma continuada; las infracciones graves tendrán multas de hasta 1.500 euros y las muy graves hasta 3.000. Según ha indicado el edil de Medio Ambiente, Julio López Madera, la ordenanza se ha desarrollado en colaboración con la asociación local “Perrigatos en Apuros”.
Tras su aprobación inicial en Pleno, esta ordenanza se encuentra ahora en período de alegaciones para que cualquier ciudadano o asociación pueda hacer sus aportaciones.
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