En su año en Fuenlabrada, disputó una media de 21 minutos en los 34 encuentros en los que apareció, promediando 8,3 puntos y un 48% en tiros de tres. Más allá de las estadísticas, la lucha, el esfuerzo y el pundonor eran las características de este jugador formado en las categorías inferiores del KK Partizan.
Ahora vuelve tras haber jugado la pasada temporada en el BC Astana (Kazajistán), que abandonó en diciembre, y el KK Buducnost Podgorica (Montenegro) con el que llegó a semifinales de la Liga Adriática ABA, donde cayó frente al KK Cedevita de Zagreb, aunque, cómo es tradicional, el conjunto del Moraca, dominó la competición nacional, ganando copa y liga.
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