A lo largo de los últimos 30 años se han ido haciendo reformas que propiciaron la canalización subterránea del antiguo arroyo que lo cruzaba y la eliminación de las zonas de barro, propias de las épocas de lluvias. Pero la remodelación más profunda se produjo en el 98.
Las obras supusieron la creación de una rosaleda que da color y belleza a la zona, aunque en algunas áreas se mantuvo el aspecto más natural y salvaje, mientras que en otras se cambio el pavimento y se mejoraron las losetas. La obra reubicó las marquesinas de las paradas de autobuses y de los kioscos de la zona. También se situó en este parque un templete de música y más tarde se instaló allí el edificio de la ludoteca municipal.
El Parque del Egido y su continuación natural, el Paseo Dolores Soria, cuenta con 750 ejemplares de distintas especies, como abetos del Caúcaso, pino carrasco, tejo común, ciprés de Arizona, fresno o eucaliptos, entre otros, con lo que se ha convertido en una de las zonas de Pinto que mayor diversidad natural presenta.
El Egido ha sido y será el lugar de encuentro de los pinteños y de los que sin conocer el municipio lo utilizan como referente. Para pasear, refrescarnos en sus sombras, charlar con los amigos, o pasara hacia las tiendas que lo rodean y hacer nuestras compras. Todo un símbolo.
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