Siete días de huelga después la situación empieza a ser insostenible para los vecinos de Parla. Y no sólo por la imagen que se está dando de la ciudad, sino porque según un informe técnico del Ayuntamiento puede entrañar riesgos para la salud de los parleños.
Esto le ha servido al consistorio para pedir a la empresa pública Tragsa que entre en la ciudad para al menos limpiar los puntos más críticos, cercanos a centros de salud, colegios e institutos. El primer teniente de alcalde, Ángel Sánchez, ha señalado que están a favor del derecho a huelga pero sobre él prevalece el derecho del conjunto de los vecinos.
Al mismo tiempo el gobierno local propone un plan de pagos que no satisface a la empresa concesionaria, cuya última petición se cifra en 1,7 millones de euros de golpe para pagar a los trabajadores y retomar el servicio.
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