A lomos de sus Harley Davidson, KTM o Suzuki estos amantes de las dos ruedas han encontrado un hueco en sus largos desplazamientos por carretera para hacer una parada solidaria en el parking del Hospital Severo Ochoa. Allí han repartido regalos para los niños ingresados, cuyos ídolos son en muchos casos Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa.
Luis Barroso, presidente del Motoclub “Edelweiss”, ha reconocido que las caras de ilusión de los chavales es la mejor recompensa que se podían haber llevado de esta acción el medio centenar de moteros que han participado, algunos de ellos disfrazados de Papá Noel. Entre los regalos, no podían faltar motos en miniatura.
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