Los cuatro condenados, de edades comprendidas entre los 21 y los 24 años, acudieron en noviembre de 2010 en la puerta de un bar de Valdemoro en el que la víctima veía un partido de fútbol. El grupo, acompañado de una quinta persona no identificada, habían preparado previamente la acción y asaltaron al menor, de 16 años, apuñalándole en tres ocasiones sin mediar palabra.
Según el relato de la víctima, los agresores “iban encapuchados” pero destapó la braga a uno de ellos y le reconoció. Durante su declaración judicial, el joven se declaró de ideología “derechista” y añadía que "esto viene a raíz de lo de Ciempozuelos, donde hay otro grupo de antifascistas. Estamos mi familia y mis amigos constantemente amenazados".
Precisamente la sentencia considera probado que la agresión se produjo motivada por discrepancias ideológicas entre dos grupos y a raíz de una discusión anterior entre los atacantes y la víctima.
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