El deporte es lo que tiene, aunque en el caso de la gimnasia rítmica, lo de la sangre puede parecer exagerado. Pero en Turquía al entrenador de un equipo de gimnasia femenino se le ocurrió, en plena euforia, lanzar el trofeo de ganador (la parte de arriba de metal y la de debajo de algún mineral) a sus gimnastas, y claro pasó lo que tenía que pasar.
(Fuente: Youtube.com)
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