En un cierre de Carnaval muy participativo, las entidades vecinales y culturales de Fuenlabrada fueron protagonistas de un acto donde predominó el buen humor y la imaginación de los trajes más variados. Con una elevada participación ciudadana, Fuenlabrada procedió al “entierro de la sardina” acompañados del buen hacer de Morboria.
La compañía de teatro de calle llegó con el tradicional enterrador y personajes fantásticos, algo lúgubres y hasta con un gran artilugio en forma de ruega gigante, la rueda de la vida, que también paseo por las calles de la ciudad.
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