El accidente de Metro acaecido el pasado mes de agosto en las cocheras de Loranca, en Fuenlabrada, no se debió a “ningún tipo de fallo” a causa de los sistemas de control de Metro, si no “a la imprudencia de una persona”
O al menos así lo estima la comisión de investigación sobre este suceso que causó la muerte de dos personas, un gerente de mantenimiento y la niñera de su hija que viajaban en la cabina.
Así lo ha declarado el consejero delegado de Metro Madrid, Ignacio González Velayos, que ha publicado un análisis éste y los otros accidentes que se vivieron durante el verano en la red de Metro de la Comunidad, y entre los que no ve conexión alguna.
Entre el de Loranca, el del ramal de Ópera y Príncipe Pío y otro en MetroSur fallecieron tres personas y hubo una veintena de heridos.
Según González Velayos, todos los trenes en circulación han cumplido con su mantenimiento y defiende que “el plan de optimización de costes que está llevando a cabo Metro de Madrid “no pone en riesgo” la seguridad en el servicio. Además, dice que estos incidentes son “mínimos” en comparación con los que tienen lugar en otros suburbanos como los de Londres o Nueva York.
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