Muchas de estas personas quieren una alternativa rápida y sencilla a cocinar grandes cantidades y almacenarlas congeladas para seguirlas degustando tras ser calentadas.
Los alumnos han tenido la oportunidad de comprobar como en muy poco tiempo se pueden hacer platos como pollo con verduras en su propio jugo.
El curso también ha servido para que los mayores desechen miedos e ideas preconcebidas sobre la utilización del microondas.
El profesor del curso Rafael Jiménez, ha asegurado que las recetas se ajustan a las prescripciones médicas ya que admiten la cocina sin sal ni aceite.
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