Enrique Sánchez, con el dorsal 1110, ha sido el primero en cruzar la línea de meta y por ello se ha embolsado los 340 euros destinados al ganador de la prueba y los más de 70 kilos de langostinos, en virtud del peso que ha dado en la báscula.
Por su parte, la primera clasificada de categoría femenina, María Ruiz, con el dorsal número cuatro, ha recibido su peso en gambas, o lo que es lo mismo, cerca de 60 kilos de los que podrán dar buena cuenta en la cena de esta noche.
Más allá de los ganadores de la prueba, otros muchos corredores han estado preparando su participación desde bastante antes que se diese el pistoletazo de salida. Entre ellos se encontraban algunos que pretendían rebajar los 29 minutos del vencedor del año pasado y otros que se contentaban con poder llegar a la meta aunque fuese a cuatro patas.
Los que no se han atrevido a vestirse de corto han sido los políticos de la localidad. Precisamente, sobre el que se centraba uno de los principales focos de atención, el alcalde, Pedro Castro, ha vuelto a dar la espantada y se ha acogido a una vieja lesión que le ha impedido cumplir su promesa de completar los 10 kilómetros de carrera.
Castro no ha sido el único representante político al que el la fría mañana getafense le ha hecho sopesar su participación en la vigesimoséptima edición de la San Silvestre. De este modo, el concejal de Deportes, Ángel Bustos, ha afirmado que se siente algo mayor como para tomar parte de la carrera, mientras que el portavoz del Partido Popular, Carlos González, ha asegurado que recorrería algunos metros para acompañar a los participantes.
La carrera ha tenido salida y llegada en la Avenida de España y ha recorrido, entre otras, las calles Juan de Borbón, Arces, Rigoberta Menchú, Alicante, Aragón, Córdoba y Madrid.
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