El colegio Salvador Dalí, del fuenlabreño barrio de Loranca, abre sus puertas en vacaciones. Como éste otros tres colegios en la ciudad que, durante el mes de julio, facilitan la labor de los padres que aún tienen que ir al trabajo.
Precisamente, para conciliar la vida familiar y laboral se concibieron estas “Fuenlicolonias”. Desde las 7:30 de la mañana los niños pueden ir entrando, con un horario flexible a la jornada laboral de sus padres hasta las cinco de la tarde.
Aquí podrán jugar y realizar actividades didácticas durante todo el día. Una buena alternativa a quedarse en casa aburrido. Porque aquí no se pierde el tiempo. Talleres, juegos, ejercicios, y mucha agua para refrescarse del calor es el día a día de una “Fuenlicolonia”.
Alberto López es el coordinador de la Fuenlicolonia del colegio Salvador Dalí, donde esta última quincena de julio unos 100 niños pasan los días. Algunos, de carácter especial, con clases de Seguridad Vial y una visita semana a la piscina para darse un chapuzón.
Desde la Junta de Loranca, Nuevo Versalles y Parque de Miraflores, el concejal del distrito Isidoro Ortega, hace un balance muy positivo de la labor de las “fuenlicolonias” que se desarrollan aquí tanto para los niños como para los padres.
En total, unos 1.100 niños irán pasando por alguna de las cuatro “fuenlicolinias” que se han abierto en la ciudad, además de una quinta pensada para niños con necesidades especiales en el colegio Juan XXIII.
Ahora que nos metemos en el mes de agosto muchos padres cogerán por fin sus vacaciones, por lo que la demanda de “fuenlicolonias” se reduce. Aún así permanecerá abierta una de ellas en el centro Francisco de Quevedo hasta que vuelvan a reiniciarse las clases. Que el verano no puede durar para siempre, qué le vamos a hacer.
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