Daniel Carbonell de las Heras es un ciudadano normal y corriente. Pero Macaco es un alter ego lleno de energía, buen rollo y música cambiante, con rumba, reggae, funk e influencias latinoamericanas en una misma coctelera. Su último trabajo se llama “Historias Tattoadas” y su single de presentación es “Hijos de un mismo Dios”.
Atrás quedan sus inicios como músico callejero, que le han permitido incorporar miles de experiencias a la música que ahora nos presenta. Su aventura discográfica empezó allá por 1998 con “El mono en el ojo del tigre” y temas como “La Madera”, perfecto ejemplo de ese crisol de culturas, con aires norteafricanos, andinos y funky acelerado con esa esencia de música callejera y en vivo.
En ese pretérito disco también oíamos cosas con más calma, como “Delaveraveraboom”, tema con mensaje, poca melodía pero mucho ritmo, que a cualquiera le hace empezar a mover la cabeza y que se ha mantenido en su repertorio.
Esos temas más pausados los empezó a desarrollar en su segundo disco, “Rumbo Submarino”, de 2002, buscando un sello personal y unos giros musicales muy característicos, aunque todavía tiene una producción de efectos muy estandarizada y a veces un poco forzada. Aunque ya se escuchan sus dobles voces y muchos más instrumentos, como en “SOS”.
Con su tercer trabajo dos años después llegó algo de reconocimiento en la industria y empezó a asomar la cabeza con canciones como “Giratutto”, una de las primeras canciones que el mundo comercial empieza a escuchar de Macaco. No obstante acaba de fichar por EMI, la multinacional, para crear su propio sello.
Otros dos años después vino nuevo trabajo, “Ingravitto”. 2006 es el año del gran éxito comercial de Macaco, con canciones como “Sideral”, pistoletazo de salida a un rosario de colaboraciones y participaciones en proyectos multiculturales y ecológicos que le ha llevado por medio mundo.
Pero en ese disco también estaba “Con la mano levantá”, donde la rumba cobra mucha más presencia, en una época en la que este estilo inunda una gran parte de la escena musical española con artistas como Estopa o Melendi. Eso sí, Macaco le da a este estilo ese giro alternativo personal que le hacía reconocible entre un millón.
Ya conocido en toda España Macaco vuelve en 2009 con la misión de seguir esa senda. Y vaya… No le sale mal, con su disco “Puerto Presente” alcanza el número uno en ventas con disco de platino en España y un premio ondas por “Moving”.
La colaboración con National Geographic y el uso de Moving para campañas medioambientales le convirtieron en bandera de las políticas verdes y del multiculturalismo sin fronteras. Pero este tema no ensombrece otros como “Tengo”.
La fórmula no ha variado desde entonces, y Macaco ha seguido combinando ese estilo callejero, alternativo y comprometido. En 2012, con “Love is the only way”, explota esa imagen de buen rollo entre seres humanos, y con un mensaje social intrínseco nos pide a todos que nos amemos. Lo que hicieron los Beatles hace casi cincuenta años pero con el “rollo Macaco”.
“El murmullo del fuego” se llama este penúltimo disco de Macaco. Con él nos despedimos y os dejamos con otro buen tema, este con mucha más fuerza pero con un mensaje muy similar: “Una sola voz”.
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