El conflicto comenzó después de que la dirección trasladase el volumen de trabajo de un cliente a Ontígola, en Toledo, con lo que pretendía trasladar allí a una parte de los trabajadores. Sin embargo planteaba traslados por toda la geografía española, “desmantelando” la empresa según el sindicato CCOO.
Su portavoz, Francisco Núñez, ha señalado que ahora la empresa se compromete a realizar diez traslados a Ontígola y 22 a Guadalajara, para minimizar su impacto, que los trabajadores no tengan que marcharse con toda su familia y manteniendo además su condiciones de convenio y salario durante al menos 18 meses.
Además se han mejorado las condiciones de despido en los casos de los empleados que, una vez en su nuevo destino, crean que no se aclimatan y que deseen abandonar el centro.
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