Según ha manifestado la secretaria general del PSOE getafense, Sara Hernández, su grupo ya está “harto” de que desde el equipo de gobierno se les acuse de “organizar manifestaciones y actos violentos”, y ha explicado que durante el pregón en el que se produjo la presunta agresión sólo se limitaban a acompañar a los vecinos en sus reivindicaciones, unas por el aparcamiento en el barrio y otras por el recorte en un autobús de Perales del Río.
El alcalde, Juan Soler, ha rechazado la “estrategia de algunos movimientos de izquierda”, y ha relatado cómo al concejal Casarrubios le llegaron a “romper las gafas”. A juicio del regidor, los concejales socialistas habían respaldado la convocatoria a raíz de la cual se produjo la agresión. Además, según Soler, todo se basa en una “política de naftalina” en la que “antiguos cargos socialistas intentan resucitar asociaciones” para “protestar por cualquier motivo”.
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