Los medidores de contaminación en Fuenlabrada permanecen en verde a pesar del calor.
Como cada año, a primeros de mayo, el Ayuntamiento de Fuenlabrada encendió sus medidores de ozono troposférico situados en el barrio del Hospital y en la zona de piscinas municipales.
Son indicadores lumínicos ubicados en estas zonas de especial tránsito y habituales para los amantes del deporte al aire libre. Su función es mantener alerta a los transeúntes sobre los niveles de polución aunque de momento, y en lo que llevamos de verano, se han mantenido en todo momento en verde.
Esto quiere decir que nunca se han superado los 180 microgramos de ozono troposférico por metro cúbico. Un nivel óptimo para salir a la calle y disfrutar del aire del aire.
Y eso, dice el concejal de Medio Ambiente en Fuenlabrada, José Sánchez Luque, a pesar de las altas temperaturas registradas los últimos días, lo que favorece la concentración de polución, y de haber pasado dos “operaciones salida”, ya que ambos medidores se encuentran también en dos puntos clave de acceso a la ciudad, lo que podría suponer una importante acumulación de tráfico. Aún así nada, los indicadores se han mantenido verdes como la hierba.
Los indicadores lumínicos de ozono troposférico se mantendrán durante todo el verano, hasta el 30 de septiembre. Su encendido coincide con las altas temperaturas, que siempre pueden favorecer una mayor polución.
De encenderse la luz naranja significaría que se han superado los niveles mínimos, situándose la concentración de ozono troposférico entre los 180 y los 240 miligramos por metro cúbico. En este caso se recomendaría a las personas más vulnerables como niños o ancianos no hacer ejercicio físico. De encenderse la luz roja supondría que se han superado los niveles máximos, por encima los 240 miligramos de concentración.
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