UPA y COAG se han mostrado satisfechas por lo que consideran un logro que facilitará la vida de los agricultores madrileños. En la pasada campaña, la Comunidad de Madrid exigió por primera vez la solicitud de un permiso para cosechar alegando riesgo de incendios, lo que fue tildado por los cerealistas de "absurdo". Según los agricultores, el riesgo de incendios se incrementa al pasar con el arado por tierras recién cosechadas y cubiertas de paja ya que cualquier roce con una piedra puede hacer saltar la chispa y generar un problema. Ambas entidades han apuntado que agricultores y ganaderos son los principales garantes de un medio rural cuidado y limpio y que su labor diaria es el mejor método de prevención de incendios.
La producción total de cereal en Madrid es de algo más de 22 millones de toneladas repartidas en 78.000 hectáreas, con un valor anual de 4.580 millones de euros.
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