“Es volver a tiempos de tener que rezar al entrar en clase. Me parece una verdadera aberración” explica Santacruz que cree que “el gobierno del PP se pliega a los intereses de la Iglesia para evitar la pérdida de alumnos en la asignatura que se ha vivido en los últimos años”.
Por su parte, López considera que lo que se otorga es libertad a los padres para elegir. “Es una opción que se les ofrece a los padres. El PP lleva la libertad como bandera y también en este caso”. El socialista Pablo Sánchez rechaza “que la religión forme parte del currículo de los niños. Las aulas no deben ser el lugar para impartir estas clases, la libertad individual se puede reflejar de otra manera”.
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