Me he pasado la vida trabajando con horarios muy intensos – o muy largos - que hoy como alcalde de una gran ciudad que acoge miles de encuentros de toda índole siguen siendo largos e intensos aunque llenos de momentos inolvidables en los que constantemente aprendo de las personas con las que los comparto. Mis hijos están criados y eso ayuda sin duda. No obstante tengo hijos y personas muy cercanas que son auténticos equilibristas que tratan de manejar hijos, parejas, amigos, padres, abuelos… con reuniones, viajes, comidas de trabajo. La solución elegida en España desde hace años es alargar la jornada. Llegamos tarde, cenamos tarde... Leer más.
Comentarios