Hasta el momento más de un centenar de personas han realizado estas donaciones que desde el Ayuntamiento consideran que se incrementarán con la llegada de numerosos ciudadanos a partir de septiembre, tras finalizar las vacaciones de verano, y con la próxima apertura de colegios e institutos.
El objetivo de esta campaña es que aquellos alumnos que no vayan a utilizar más los libros de texto usados puedan ponerlos a disposición de los que los vayan a necesitar el próximo curso.
Los libros, que pueden ser tanto de Infantil como de Educación Primara y de Secundaria (ESO., Bachillerato y Formación Profesional), no han de tener más de cuatro años de antigüedad y deben estar en buen estado.
Se podrán depositar hasta el 15 de septiembre, fecha a partir de la cual los centros educativos podrán ya disponer de ellos para entregarlos a las familias con menos recursos.
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