El objetivo es mejorar la seguridad vial sancionando las conductas y comportamientos incívicos de conductores y viandantes. Además, otra de las finalidades de esta actuación es recordar las normas de convivencia que regulan el buen uso de los semáforos.
Las sanciones, según la modalidad de infracción, varían sensiblemente según el tipo de vía en las que se producen, se trate de carretera o de zona urbana. En zona urbana, después de la velocidad, la infracción más común es no respetar la prioridad y, dentro de este tipo, incumplir la obligación de detenerse en el semáforo, alcanzando el porcentaje del 17 por ciento. Esta cifra baja al 1 por ciento en vía interurbana.
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