Una furgoneta con operarios llegaba a las 10,30 de la mañana a las puertas de la fábrica ante la presencia expectante del campamento de la resistencia. De ella se bajaba un representante de la empresa acompañado de un notraio al que se le ha pedido la documentación de las actuaciones que se iban a hacer en el interior, según indica Juan Carlos Asenjo, representante del campamento.
Asenjo asegura que “nadie ha impedido el acceso”, pero como representante de los trabajadores “tenemos derecho a conocer, como dice la normativa, con carácter previo, lo que se va a realizar” y saber si está encaminado a cumplir la sentencia del Supremo.
Desde el campamento se asegura la empresa esperaba una oposición violenta a la entrada para desacreditar a los trabajadores, algo que, dicen, no se ha producido.
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