Fuentes municipales han explicado, tras una denuncia hecha pública por Izquierda Unida, que técnicos del Ministerio llegaron para pedir los pertinentes análisis de agua para comprobar la calidad del líquido. Sin embargo en ese momento no se disponía de dichas muestras, por lo que los técnicos y los gestores de la instalación acordaron cerrar las piscinas.
Sin embargo, las misas fuentes del Ayuntamiento han explicado que en lugar de esperar a los análisis, que tardan cinco días, se ha decidido vaciar y volver a llenar de agua las piscinas, algo que sólo lleva dos días y que supone un menor perjuicio para los usuarios.
Por su parte desde Izquierda Unida han opinado que se trata de “una consecuencia más de la privatización de instalaciones deportivas”, y ha pedido que el gobierno “deje de castigar a los vecinos”.
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