En el año 2007, aún sin la crisis, en España se abandonaban casi 110.000 perros y 24.000 gatos al año, según el estudio de la Fundación Affinity en el que colaboraron 250 asociaciones de animales. Un lustro después, las cifras, lejos de remitir, son mucho peores. Los expertos consideran que este año todo indica que el número de abandonos podría aumentar un 50 por ciento respecto al de hace 5 años. Si antes la causa principal era la falta de tiempo para cuidar a las mascotas y el periodo principal era el verano, ahora los abandonos se producen todo el año y cada vez pesa más el no poder afrontar el gasto económico que supone tener una mascota.
Otro hecho que ha producido la crisis es que los cuidados de los animales han disminuido. Muchos dueños no pueden afrontar el gasto que supone acudir al veterinario, tener unas condiciones higiénico sanitarias adecuadas, o dar la alimentación que necesita el animal. Es decir, de alguna forma el maltrato animal también se multiplica por la crisis. Aunque desde las asociaciones protectoras se recuerda que no valen las excusas y que las personas tienen que hacerse responsables del cuidado de la mascota que hayan adquirido.
La crisis también está cambiando la forma de adquirir una mascota. Si antes los dueños optaban por la compra y llegaban, por ejemplo, a pagar cantidades superiores a los 1.000 euros por un perro, ahora están ganando cada vez más terreno las adopciones. O sea, hacerse cargo de un animal recuperado de la calle. Un servicio que cada vez prestan más Comunidades, ayuntamientos y protectoras de animales.
Ya lo ven, nada es ajeno a la crisis económica. Ni siquiera, nuestras mascotas. Para terminar, un dato: España sigue estando a la cabeza de la Unión Europea en número de animales abandonados.
Comentarios