Las Jornadas Fotográficas de Fuenlabrada y el arte democrático de hacer fotos
Ricardo Cases es un joven fotógrafo cuyas series de retratos han ganado cierto prestigio. Su trabajo busca rescatar la parte más humanista en contextos cotidianos y, recientemente, reportajeó la metamorfosis de la madrileña calle Serrano a través de sus transeúntes.
Todo, con una cámara digital, como la que podemos tener cualquiera de nosotros en nuestro hogar.
Es el incentivo que quiso ofrecer a sus oyentes en el Centro Tomás y Valiente de Fuenlabrada con motivo de su charla en las XII Jornadas Fotográficas que organiza la Asociación La Paz.
A estas alturas, dice, ser un buen fotógrafo depende del volumen de fotos que hagamos. Y no es difícil, porque gracias a las cámaras digitales este arte, el de la fotografía, se ha simplificado y democratizado. De modo que, con perseverancia, es muy raro que no acabe aflorando nuestra personalidad más artística.
Cases quiso popularizar así la fotografía más accesible, aquella con la que incluso se pueden contar historias, nuestras historias. Por eso animó a los fotógrafos presentes, amateurs o profesionales, a retratar aquello que conocen y ser testigos del tiempo y el lugar que habitan. Ya que sus fotos podrán ser, incluso, documentos prácticos de nuestra época para generaciones posteriores.
Además de la charla de Cases, las XII Jornadas Fotográficas de Fuenlabrada cuentan también con un encuentro con Fernando Manso el 15 de diciembre, y ha montado dos exposiciones (en el Tomás y Valiente y el Centro Cultural La Paz) a cargo de autores locales.
Además, coincide con la exposición de la reputada fotoperiodista Christine Spengler en el CEART hasta el 23 de enero bajo el título de “Luces y Sombras”.
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