El año pasado se registraron 82 brotes de origen alimentario, un 17% menos respecto al anterior. Una vez más, la bacteria de la Salmonella ha sido protagonistas en el 73% de estas manifestaciones, debido a manipulaciones incorrectas de huevo y carne, consumo de alimentos crudos o poco cocinados y refrigeración deficiente.
Por ello, la Consejería de Sanidad aconseja extremar en verano los hábitos de higiene y manipulado de alimentos. Consejos que pasan por cocer bien los alimentos y cocinarlos hasta el interior de la pieza, congelar el pescado durante al menos dos días o lavar bien las hortalizas durante 5 minutos añadiendo 10 gotas de lejía apta para uso alimentario por libro.
También es importante conservar los alimentos a temperatura adecuada, no dejar las comidas a temperatura ambiente más de una hora y mantenerlas en el frigorífico. Asimismo, la descongelación debe hacerse en el frigorífico. Además, hay que mantener unas correctas medidas de higiene donde se cocina, lavar los utensilios empleados en cada uso o lavarse las manos frecuentemente.
Finalmente, es recomendable comprobar el etiquetado de los productos, comprobar las fechas de caducidad y condiciones de conservación, evitar las aguas de potabilidad dudosa y el contacto de alimentos crudos con cocinados.
Comentarios