Las consultas a la Oficina del Consumidor de Fuenlabrada aumentan en un 80% en verano.
Los responsables de la Oficina municipal de Información al Consumidor de Fuenlabrada están notando que ya es época de vacaciones. Y no porque se vayan ellos, si no por que las consultas que les llegan aumentan exponencialmente estos días. Entre un 80 y un 90%.
Las dudas más habituales pasan en estos momentos por la contratación de ese viaje de ensueño, por las garantías a las que tienen derecho durante el viaje o sobre las condiciones que se encontrarán en el hotel.
Pero también sobre cuestiones habituales de consumo. Estamos en época de rebajas y, a principios de verano, la OMIC comenzó una campaña de inspección para comprobar que todos los artículos cumpliesen los requisitos de calidad necesario, que se especificaran ambos precios (el rebajado y el anterior) y, por supuesto que hubiera a disposición del público hojas de reclamaciones.
En cualquier caso, y para asegurar nuestros derechos como consumidores, lo importante es conservar el contrato o el ticket de compra, con él se podrán llevar a cabo las pertinentes reclamaciones. Por ejemplo si el hotel no cumple con esas vistas prometidas, si la compañía de vuelo contratada se le ha ido la mano vendiendo billetes y ha hecho overbooking.
De todas formas, dice la abogada de la OMIC, Mª Jesús Martínez, lo importante es no callarse en el momento, no conformarse con lo que nos ofrezcan y reclamar, contrato en mano por lo que hemos pagado.
No hay por qué callarse ni bajar la cabeza avergonzados cuando nos demos cuenta, por ejemplo, que el restaurante en el que hemos comido nos ha cobrado el pan que nos había ofrecido cortésmente. Sólo puede hacerlo si viene especificado como tal en la carta.
Es una las muchas consultas que reciben estos días estivales en la Oficina Municipal de Información al Consumidor. Unos días en los que aumentan también las compras en los ya clásicos mercadillos de verano.
Puestos ambulantes en los que el consumidor suele bajar la guardia y no tiene por qué. Si usted es de los que no han podido a resistirse a adquirir una ganga veraniega en el también llamado “rastrillo”, sepa que si no queda satisfecho puede pedir la hoja de reclamaciones, puede exigir que le hagan un ticket (aunque sea a mano) y, por supuesto, puede devolver la compra.
Son las aventuras de todo turista o veraneante en una época en la que nos despreocupamos pensando que nada podrá estropearnos nuestras vacaciones soñadas. Para garantizarlas, no deje cabos sueltos en los contratos, pida siempre ticket de compra y no se corte a la hora de reclamar.
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