Por eso, no debemos dar demasiada importancia a lo que digan los partidos minoritarios, ni los sindicatos desacreditados hoy, por los propios trabajadores a los que dicen defender.
A día de hoy, los que nos dediquemos a la política, hemos de tener dos objetivos prioritarios: la libertad y España. España es un país que ha demostrado históricamente, una gran fortaleza y credibilidad. Si bien han pasado unos años en los que quizás, ha perdido el rumbo de su identidad y su potencial, somos una nación de solidez democrática indiscutible, y por lo tanto no debemos permitir que el radicalismo de algunos, afecte al conjunto de la misma, como hoy nos quieren vender, algunos políticos independentistas...Leer más.
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