Siempre han estado ahí, veladas como si fuera un “juego de niños”, pero nada más lejos. Las agresiones sexuales cometidas por menores y a menores es un fenómeno que no es nuevo.
Evitarlo reside en una correcta educación entre los menores, precisamente, en el respeto y en la comprensión de lo que significa cometer una agresión sexual.
Es la opinión de la psicóloga infantil en el Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales, Laura Rodríguez, que ha participado en unas jornadas sobre violencia sexual organizadas por el Ayuntamiento de Fuenlabrada a través de un convenio con el Ministerio de Igualdad y a través del Instituto de la Mujer.
El Área Social del Consistorio y la concejalía de Igualdad han traído a la ciudad a varios expertos en el tema para aconsejar sobre la “Formación en Intervención Primaria con Víctimas de Violencia Sexual”.
Personal de ámbitos como la policía, el Hospital de Fuenlabrada, la Universidad Rey Juan Carlos, las propias concejalías, asociaciones de la ciudad, los juzgados, abogados o psicólogos han acudido al acto con el que se abre toda una serie de iniciativas que el Ayuntamiento ha preparado durante el mes de noviembre con motivo del Día Contra la Violencia de Género, el próximo día 25.
Una oportunidad, ha dicho la responsable de Área Social, Carmen Bonilla, para aprender de boca de expertos como la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas o el Centro de Atención a Víctimas de Agresión Sexual cómo tratar, en primera instancia, a un caso de agresión o violación.
Son cuestiones que, inevitablemente, se complican cuando afectan a los niños. La conferencia de Laura Rodríguez ha ahondado en los síntomas que puede presentar el pequeño, tales como trastornos en la alimentación o conductas esquivas, y el modo en que los padres deben afrontar el problema: nunca de manera directa, con paciencia para que el niño se explique y, por supuesto, jamás culparle o dudar de su palabra.
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