Nadie puede negar aquello de “mens sana in corpore sano”, la práctica deportiva es buena para cualquiera, pero en el caso de las personas con una discapacidad física o psíquica puede convertirse en una tabla de salvación. En una nueva forma de vida, diferente e incluso mejor. Gracias a los deportes adaptados, hay personas que han conseguido integrarse socialmente y asumir nuevos retos en su vida.
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