La sugerente obra de Esther Limones llega al Tomás y Valiente de Fuenlabrada.
En sus cuadros se intuye a la mujer ensoñadora de los cuentos clásicos de Andersen, Carroll o Grimm. Retratos figurativos en los que se confunden fantasía y realismo.
Esther Limones, la sugerente y provocadora artista madrileña, expone algunas de sus obras más representativas en el Centro Tomás y Valiente.
Hasta el 22 de abril podremos sumergirnos en un mundo en el que se juega con la ambigüedad del deseo y una curiosa tentación de doble filo. Limones dibuja así una línea entre el bien y el mal a base de relatos en los que lo sensual y lo emocional se hacen carne.
No en vano, Esther Limones fue finalista en el Certamen de Pintura Erótica Mayo Joven, y del Premio de Grabado Contemporáneo de la Dirección General de la Mujer.
En sus pinturas y dibujos sus féminas recuperan ese romanticismo de artistas como Frida Kalo u Otto Dix, cuyas influencias son inherentes a la obra de Limones.
Autodidacta en sus inicios y titulada en la Escuela de Arte “La Palma”, ofrece una de las alegorías contemporáneas más interesantes sobre el encanto del pecado y la oscura seducción del placer.
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