La investigación comenzó en febrero de 2009 cuando la Policía Nacional tuvo constancia de la comisión de varios delitos de robo con fuerza en viviendas de la zona sur de Madrid. Desde entonces, la investigación se centró en conocer el modus operandi de los ladrones, así como las vías de distribución de los bienes sustraídos.
Tras localizar la casa de compra-venta en la que se colocaba el material robado, los agentes encargados de la investigación pudieron organizar vigilancias, que les permitieron identificar a varios miembros de la banda, a los que se sorprendió con varios objetos robados como ropa o joyas.
Una portavoz del Cuerpo Nacional de Policía ha detallado como los ladrones accedían a las viviendas haciendo saltar el resbalón de las puertas actuando con una pieza de plástico sobre él para, acto seguido, introducir palillos o astillas de madera en las cerraduras con el objeto de no ser sorprendidos por los propietarios de la casa.
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