Según fuentes policiales, los tres arrestados estaban vinculados con otras muchas actividades delictivas, como el tráfico de droga o el contrabando, y en el momento de su detención pretendían llevar las prendas robadas a Sevilla.
Sus conexiones con otras actividades ilícitas ha dificultado enormemente la investigación de la Policía Nacional, ya que los ahora detenidos contaban con un alto grado de profesionalidad y hacían uso de múltiples medidas de seguridad para esquivar la acción de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Una portavoz del Cuerpo Nacional de Policía ha explicado que la investigación comenzó hace seis meses, aunque no fue hasta el pasado mes de abril cuando una operación contra el contrabando en Sevilla permitió establecer las relaciones existentes entre los diferentes miembros de la organización delictiva.
Cuando fueron arrestados, los tres individuos ya habían alquilado una furgoneta para trasladar toda la mercancía a la zona de Sevilla. En el interior del vehículo se encontraron las más de 550 prendas de vestir y se realizaron otros dos registros en los que se incautaron teléfonos móviles, dinero en efectivo, una tarjeta de memoria con fotografía de otras prendas de la misma marca y numerosa documentación relevante para la investigación.
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