Las investigaciones policiales comenzaron en septiembre del año pasado después de varias denuncias consecutivas muy similares sobre robos en vehículos estacionados en las cercanías de colegios. De esta forma se llegó hasta la identificación y captura del presunto autor.
Según una portavoz policial, al detenido le bastaban diez minutos, los que transcurrían desde que el propietario del vehículo iba a recoger o dejar a su hijo en el colegio, para romper las lunas y llevarse los objetos.
Los agentes también han comprobado que el presunto autor vendía luego lo robado en casas de compra venta de objetos de segunda mano en toda la región.
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