La piscina infantil de Valdemoro ha permanecido cerrada durante los dos últimos fines de semana de agosto. Según rezaba en los carteles de la instalación, “por razones técnicas” no se podía abrir la piscina durante el fin de semana. Esas “razones técnicas” respondían a la baja del socorrista del centro.
Según el Ayuntamiento, después de varias gestiones han conseguido superar las difíciles fechas en las que estamos y han encontrado un socorrista que sólo trabaje los sábados y los domingos. Por tanto la piscina ya está operativa al cien por cien, pero la oposición socialista se ha apresurado a criticar el cierre de la instalación.
Según la portavoz del grupo socialista, Margarita Peña, estos problemas podrían estar relacionados con la deuda que el Ayuntamiento tiene con la empresa concesionaria del servicio, IMESAPI, y que alcanza los 3.480.000 euros. Además, el modelo “privatizador” se muestra, según Peña, fallido en casos como esta sustitución.
Desde el equipo de gobierno ya han respondido que el servicio se ha restablecido correctamente y que nada ha tenido que ver con la deuda, sino con una baja laboral “totalmente inesperada” y con las dificultades de encontrar un sustituto en estas fechas.
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