Parálisis. Así responden las asociaciones de vecinos de dos de los grandes municipios del sur de Madrid cuando se les pregunta por su relación con el Ayuntamiento y los proyectos y negociaciones abordados. Se trata de Leganés y Getafe, dos de los gobiernos que cambiaron su color y se movieron de la izquierda a la derecha en las pasadas elecciones municipales.
En el caso de Getafe, la federación de asociaciones de vecinos ha tenido dos reuniones con responsables municipales, pero según su presidente, Javier González, todavía siguen sin saber qué modelo de participación quiere el nuevo gobierno.
Y eso en un momento crucial, ya que algunos proyectos, como el de presupuestos participativos, están en el aire y podrían desaparecer en el próximo año. Además González se queja de que a las pocas conversaciones se suman los interminables filtros burocráticos.
Un panorama similar se vive en Leganés, donde los vecinos siguen reclamando reuniones con el alcalde Jesús Gómez. Se quejan de falta de mecanismos para participar, de que las juntas de distrito no tienen competencias y de que el Ayuntamiento les da de lado, por ejemplo al presentar las nuevas tasas de 2012 sin informarles o consultarles previamente.
Según Juan Antonio Sánchez, portavoz de la federación de vecinos de Leganés, además ya se están notando algunos recortes, como la falta de locales o las subvenciones para actividades o proyectos, que todavía no se han abonado desde mayo a pesar de que les reclaman, a posteriori, los recibos.
La situación es diferente en uno de los pocos municipios que ha quedado en manos socialistas tras el 22 de mayo, Fuenlabrada. Bien sea por la continuidad del equipo de Gobierno, bien por la buena comunicación entre asociaciones y socialistas fuenlabreños, lo cierto es que no se reproduce la situación de otros municipios.
Según uno de los portavoces de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Fuenlabrada, Teófilo García, la situación de desánimo por culpa de la crisis es similar a la media y piden una participación más abierta. Sin embargo insiste en que, por el momento, no se han producido recortes y en 2012 parece que la situación seguirá por el mismo camino.
En definitiva, según las asociaciones de vecinos consultadas, si bien el movimiento 15M ha contribuido a fomentar la participación ciudadana, la crisis y las diferentes líneas de gestión de algunos Ayuntamientos reducen las posibilidades del vecino de influir directamente en la administración de su ciudad.
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