Este martes el alcalde Jesús Gómez aseguraba que el municipio cuenta con un remanente negativo de tesorería que sólo podrían absorber recortando del capítulo uno. Y eso significaba que si no se aprueban unos presupuestos para 2014 y los de 2012 siguen prorrogados, tendría que despedir a 375 funcionarios o rebajar el sueldo un 25 por ciento a toda la plantilla.
Con ello se pretende que sea la oposición la que tenga la última palabra, pero no les ha sentado nada bien algo que tildan de “amenaza” o “exabrupto verbal” del regidor. Tanto Rafael Gómez Montoya, portavoz del PSOE, como Carlos Delgado, portavoz de ULEG, y Rubén Bejarano, coordinador de IU, coinciden en criticar al alcalde y asegurar que no pueden negociar unos presupuestos que ni siquiera conocen, por lo que piden al alcalde “mesura” a la hora de negociar las cuentas del año que viene.
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