La operación Nessi ha finalizado con 35 detenidos, de los que 33 eran marroquíes, un español y un belga, y su centro neurálgico en Toledo ha quedado desmantelado. Pero las pesquisas comenzaron mucho antes en Leganés, cuando los agentes comenzaron a tirar del hilo de un grupo que proveía de hachís a pequeños proveedores. La siguiente pista fue un cargamento de más de dos toneladas del mismo material que llegaría a España como punto intermedio hacia el Reino Unido.
Sus métodos se basaban en el transporte de la droga desde el Norte de África en el depósito de gasolina de camiones hasta dos naves en Yeles y Villaluenga de la Sagra, en Toledo. Además de las 11 toneladas de hachís incautadas, la Policía Nacional realizó 17 registros en los que se detectaron 65 kilos de marihuana, 150.000 euros en metálico y un total de 14 vehículos.
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