El anuncio de que se iba a prohibir fumar en bares y restaurantes ya pilló a muchos por sorpresa. Pero la posibilidad de apagar el cigarro en las cercanías de los colegios y hospitales, aunque estuviésemos al aire libre, desconcertó a muchos fumadores.
Al final la nueva Ley Antitabaco que está preparando el Gobierno no llegará a estos extremos, si bien la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, opina que España “está madura” para afrontar la prohibición en los espacios públicos. ¿o no?
Para algunos resulta excesivo, para otros es lógico, sobre todo, cuando hablamos de no fumar cerca de los colegios, sin embargo y aunque todos ponen por delante la protección de los menores ante el tabaco, a más de uno le cuesta soltar el cigarro.
La intención del Gobierno es que la nueva Ley Antitabaco entre en vigor el 1 de enero del año que viene sin cabos sueltos. Es decir, que sólo se permitiría fumar en casa y en espacios abiertos.
En cualquier caso, es evidente que las nuevas medias restrictivas empiezan a virar radicalmente el rumbo histórico del hábito del fumador, que hasta hace bien poco podía realizar esta práctica en cualquier lugar sin ningún tipo de restricción.
El tiempo lo dirá, pero la historia de los fumadores ha empezado a reescribirse en España y muchos optan ya por un sencillo gesto que implica, no obstante, una gran fuerza de voluntad.
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