A estos ingresos habría que sumar los generados por los alojamientos de peregrinos en los distintos hoteles de Pinto, con un porcentaje de ocupación que el ayuntamiento ha calificado como extraordinario y dato insólito en el mes de agosto.
Asimismo, han destacado el civismo y buen ambiente del que han hecho gala los peregrinos y han añadido que es digna de mención la ausencia de incidentes como robos, peleas, botellones, desperfectos en el mobiliario urbano o aumento significativo de la suciedad en los calles.
Por último, el Gobierno municipal considera este evento particular como uno de los de mayor impacto económico acontecido en la historia de la ciudad.
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