Algunos jugadores como Kristaps Valters tiran de cábalas numéricas para elegir su número, el 9. Nació un 18 de septiembre, noveno mes del año, y la suma de los dos dígitos de su día y del año 81 coinciden también con el omnipresente 9. Hace dos años ya lo lució con el Fuenlabrada, y en la temporada 2010 / 2011 lo repetirá. En el caso de Quino Colom es la herencia la que determina sus preferencias; su padre lució el 10 durante su época de jugador, y Quino quiere continuar la tradición. Laviña lleva el 8 en homenaje a su hermana, que comenzó a jugar antes que él con ese mismo dorsal.
En el otro extremo están aquellos que siempre han llevado el mismo dorsal desde que debutaron en el deporte de la canasta, como Batista con el 15 o Gustavo Ayón con el 14. Y con algo menos de glamour, los que han tenido que elegir número entre los que estaban libres al llegar a Fuenlabrada: es el caso de Salva Guarida, con el 18, Cortaberría con el 21 y Xavi Rabaseda con el 22.
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