Esto es lo que ven cada mañana los inquilinos de los bloques de la calle Barcelona, en Fuenlabrada. Al asomarse a su ventana las antenas de telefonía móvil no sólo les provocan impacto estético, también les producen inquietud por sus posibles efectos nocivos. Han recogido más de mil firmas para denunciar que en menos de 100 metros se concentran tres antenas en las azoteas del barrio, que ejercen su influencia sobre los propios bloques y sobre dos colegios contiguos.
Según los vecinos, los técnicos municipales les han asegurado que dichas instalaciones son totalmente seguras a partir de un metro de distancia, pero esta explicación no los ha tranquilizado. Inquilinos como Juan Prats denuncian que su propio hijo ha tenido que trasladarse de habitación porque convivía con la antena de la azotea contigua a tan sólo 7 metros. Piden alternativas, como el desplazamiento de las antenas al extrarradio.
Este colectivo vecinal se ha dirigido tanto al Ayuntamiento de Fuenlabrada como al Ministerio de Industria, y han conseguido el compromiso para que un técnico ministerial visite la zona y realice una medición exhaustiva. Desde el Consistorio se sostiene que dichas antenas cumplen toda la normativa en vigor, y el alcalde de la ciudad ha adelantado que ya se trabaja en una Ordenanza municipal que será discutida con las Asociaciones de Vecinos.
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