Se trata de una polémica que nació prácticamente con la firma del convenio para establecer la universidad en Leganés. El campus se estableció “cortando” una calle, por lo que el convenio fijaba que se construiría una vía que atravesara la universidad a través de las cesiones pertinentes. Es decir, que la antigua calle se “integrara” en el campus.
Pero los problemas han llegado con la falta de vigilancia policial o con los botellones habituales los fines de semana. Eso hace que la universidad mantenga que si las condiciones no son propicias, se debería cerrar la calle por la noche.
Los responsables universitarios se han reunido con la federación local de asociaciones de vecinos para plantear medidas. Y los vecinos piden la implicación de todas las partes, especialmente del gobierno local, para que se solventen los problemas de basuras o limpieza y se evite que la universidad quiera cerrar la vía.
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