Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de febrero en Cuenca tras detectar varios anuncios, publicados en diferentes medios de la prensa escrita local, en los que se ofrecían los servicios sexuales de mujeres de origen asiático. Los agentes localizaron el domicilio en el que eran explotadas las mujeres e identificaron a los máximos responsables del grupo, todos ellos de nacionalidad china.
Las pesquisas policiales permitieron comprobar también que los proxenetas mantenían a su vez contactos con otros compatriotas, que dirigían y controlaban otros domicilios de Madrid y Jaén en los que se desarrollaban tareas idénticas a las investigadas en la capital conquense.
Un portavoz de la Policía Nacional ha explicado que las mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución de forma ininterrumpida durante los siete días de la semana. Del mismo modo, ha detallado que muchas de ellas se encuentran en situación irregular en España y no han querido colaborar con la policía por miedo a represalias por parte de la organización criminal.
En los registros practicados se han intervenido equipos informáticos y abundante documentación relativa a las actividades delictivas de la organización, que está siendo analizada.
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