La crisis frena la inmigración en Fuenlabrada y otros municipios de Madrid.
Llegaron a España con la esperanza de trabajar y prosperar. Sin embargo, desde hace algo más de un año a esta parte, la difícil coyuntura económica, es decir la crisis, se lo está poniendo difícil a los inmigrantes que llegaban a los municipios de la Comunidad de Madrid en busca de un empleo.
Fuenlabrada sirve de ejemplo para lo que ocurre en otras localidades de la región y que han visto estancado su flujo migratorio. El consejero en la materia para la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, sitúa en junio 2008 un “frenazo en seco” en la entrada de inmigrantes y leve retorno apreciable sobretodo entre la población boliviana.
Ante esta situación, dice Lasquetty, las políticas de integración que se pongan en marcha a partir de ahora no irían tanto hacia la adaptación de los recién llegados si no hacia el asentamiento de aquellos que han permanecido y que ahora suponen el 17% de la población madrileña.
Desde Fuenlabrada, el alcalde de la ciudad, Manuel Robles, secunda los datos del consejero y atribuye también a la crisis el estancamiento de la inmigración en el municipio.
En Fuenlabrada los datos de inmigración sitúan en más 32.000 las personas extranjeras censadas en el municipio, suponiendo el 15% de la población total. De todas ellas el colectivo más numero es el rumano con más de 5.300 personas, seguida de la marroquí, la ecuatoriana, la nigeriana, la peruana y, finalmente, la china con cerca de 1.700 personas.
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