El debate no es nuevo: ¿es necesario hacer ya una reforma de la Constitución?, ¿en qué sentido debería ir esa reforma?, ¿serían unos cambios dirigidos a terminar con las tensiones territoriales?, o por el contrario, hay que dejar todo como está.
Desde que se aprobó en 1978 ha sido la ley de leyes que ha permitido a los españoles vivir en libertad y bajo la estabilidad próspera de un régimen democrático, como indican la mayoría de los políticos que se encuentran en las instituciones democráticas. Es el caso de varios alcaldes del sur de Madrid que han hablado con nosotros sobre este asunto.
El popular alcalde de Getafe, Juan Soler, cree que es una Constitución “vigente y viva fruto del consenso”. Soler recuerda como de 350 diputados, 325 le dieron el sí, además del abrumador apoyo popular. Soler la considera garante de la convivencia y como tal “hay que cuidarla”.
Estos 35 años han sido “el periodo más largo de bienestar y desarrollo de nuestro país, máxime teniendo en cuenta que salíamos de una dictadura”. Así lo ve el regidor leganense, Jesús Gómez, que considera fundamental el texto constitucional.
En la misma línea se manifiesta, el alcalde socialista de Parla, José María Fraile quien da “matrícula de honor “ a un texto que se ha traducido en avances para nuestra sociedad.
Pero el debate abierto apunta a la necesidad de cambios. Y es que el texto constitucional sólo se ha cambiado en dos ocasiones.
La primera fue en 1992 para incluir en el artículo 13 el derecho de los ciudadanos europeos a votar y ser elegidos en comicios municipales. Fue un cambio a instancias de la Unión Europea. La segunda modificación fue en 2011, bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, para establecer el principio de estabilidad presupuestaria. También por exigencia europea.
En este punto encontramos diferencias entre nuestros alcaldes, incluso dentro del mismo partido. Mientras que Jesús Gómez apunta por reflexionar, ya que ha habido una eclosión de “los movimientos separatistas que no benefician al resto de España”, para su compañero de partido y alcalde de Getafe, Juan Soler, no hay necesidad de reforma y “las ansias separatistas de una minoría”, no deberían condicionar a la mayoría.
El socialista, José María Fraile, lo tiene claro. Se necesita adaptar la Constitución a ciertos temas pendientes como la financiación autonómica, el problema territorial y la consolidación de ciertos derechos ciudadanos. El debate sobre todo esto debe producirse.
Lo cierto, es que los tres coinciden en que con o sin reforma, cualquier cambio, cualquier modificación que se plantee de esta Constitución debe volver a recuperar el consenso político perdido. Algo, hoy por hoy, parece, harto difícil.
La Constitución Española cumple 35 años, está pues, en lo mejor de la vida. Todavía joven y con mucho por delante. Tiene muchos planes para su futuro, un futuro que con sentido común y acuerdo de país, debemos hacer entre todos, sin perder de vista, la importancia que tiene en nuestras vidas. Así pues, ¡felicidades!
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