Ana tiene dos ocupaciones en su vida. Una parte de su tiempo lo dedica a atender a parados en una oficina pública de Getafe y, la otra, se vuelca en cuidar a su hija Irene que con 12 años sufre una discapacidad psíquica y física del 65%. Y como siempre cuando llega el verano Ana pide una licencia sin sueldo para poder afrontar el cierre del colegio de su hija; sin embargo este año los responsables le han denegado la licencia. Una licencia que recoge el convenio regional de funcionarios por el que pueden acceder a un permiso sin sueldo por un máximo de un año.
En un primer momento a Ana le denegaron la licencia al estar sin justificar correctamente. Así que habló con la encargada a quien comentó la necesidad de atender la discapacidad de su hija. Finalmente: la subdirectora accedió a tramitarla pero cuatro días antes de que acabaran sus vacaciones se la volvieron a rechazar. La razón: que la oficina se quedaría sin personal. Desde la Consejería de Empleo han asegurado que siempre se cumple con la normativa laboral.
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