La caza de liebres no ha terminado, de momento, con la leishmaniasis en el Sur de Madrid
Las alarmas sanitarias se disparaban el pasado marzo cuando se conocían los datos de contagios de leishmaniasis en el Sur de Madrid, sobre todo acotados en la zona de Fuenlabrada y Bosquesur. En los últimos tres años se han dado unos 300 casos, cuando lo habitual son sólo una decena por año. El diario el País cifra en 110 los casos en este 2012, mientras que la consejería de Sanidad rebaja estos datos a 64 hasta junio, casi la mitad de la variante más grave, la que afecta a lo órganos y puede ser mortal si no se trata.
El pasado mes de abril, tras las quejas por falta de información de la población y el elevado número de casos, el Ejecutivo autonómico permitía la “caza excepcional” de liebres y conejos en Bosquesur. Su superpoblación facilitaba la transmisión de la enfermedad al actuar como portadores del parásito, que después el mosquito flebótomo transportaba hasta los humanos. La Federación Madrileña de Caza cifra entre 1.000 y 1.200 las liebres abatidas sobre todo con galgos, aunque los efectos todavía se hacen esperar. Sin caer en la alarma, las medidas más sencillas para evitar la picadura son las mosquiteras y repelentes.
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