El diario El País ha publicado ese informe en el que se señala la “reducida distancia”, unos 40 kilómetros, entre ambos aeródromos, como principal “problema de compatibilidad”. Por tanto para que fuera viable el nuevo centro de El Álamo, “sería necesaria una coordinación operativa por parte de control aéreo”.
Se trata de un pequeño escollo en los planes regionales, aunque desde la Comunidad de Madrid aseguran al diario que se trata de un problema poco importante ya que, por una parte, Getafe acoge un reducido número de operaciones, y por otra parte la coordinación de tráficos entre los controladores aéreos no sería complicada.
Algo similar, incluso a mucha menor distancia, ocurre entre Barajas y la base de torrejón, a menos de cinco kilómetros y con una cantidad de vuelos considerablemente superior a los que albergaría el nuevo aeródromo. También ocurre entre Torrejón y Getafe y entre éste y Cuatro Vientos, a menos de diez kilómetros. Todos operan sin problemas, por lo que una coordinación sería suficiente para evitar cruces entre aviones.
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