El fiscal solicitaba 18 años de cárcel por un delito de asesinato, una calificación jurídica que no aprecian los magistrados y que tampoco estimó el jurado popular que le declaró culpable.
En el juicio, el acusado aseguró que el asesinato no fue intencionado y que desde entonces ha deseado estar en el lugar de la víctima. En su declaración, esgrimió que pensó que el chico le iba a hacer algo a su hermana.
Según la sentencia, el hombre, de 22 años de edad, observó por la ventana la llegada de su hermana María Teresa en compañía de Carmelo y bajó a la calle con un cuchillo jamonero que le clavó en el cuello, tórax y corazón.
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